«Los colombianos generan un promedio de 1.000.000 de toneladas de desechos plásticos anualmente. La transición empieza en casa.
En el Valle de Aburrá se generan más de 100 mil toneladas de residuos por mes. FOTO JAIME PÉREZ
Busque en su casa cuántos plásticos tiene destinados a un solo uso: cubiertos, platos y vasos plásticos, botellas de gaseosas y jugos; empaques que recubren y aplastan la comida congelada (el pollo, la carne, el chicharrón, las salchichas), verduras empacadas al vacío, tarros pequeños desechables de gel antibacterial (tan usados por estos tiempos de virus) y los pitillos cubiertos de una “bolsita”.
Pocas personas son conscientes de qué tanto los utilizan. Un colombiano promedio consume 24 kilos de plástico al año, lo que implica un volumen de 1.250.000 toneladas de plástico, según la Procuraduría General de la Nación en 2019. Luego, en 2020, con la pandemia de la covid-19 la misma Procuraduría mencionó que aumentó el uso de plástico desechable con tapabocas quirúrgicos, guantes y mascarillas.
El panorama local es más alarmante: en el Valle de Aburrá se generan más de 100.000 toneladas de residuos por mes. En un día son 3.3 toneladas y un aprovechamiento del 15 % cuando debería ser por lo menos del 35 %, muestran datos entregados por el Área Metropolitana este año.
Desde lo legal ya se han hecho avances para erradicar estos plásticos de un solo uso. En junio de este año el Gobierno aprobó la ley 274 de 2020 que prohíbe el uso de algunos plásticos de un solo uso en Colombia, en la que la plenaria del Senado aprobó el proyecto que prohibe 14 tipos de plástico de un solo uso en Colombia en los próximos años.
La prohibición va desde la importación, comercialización y distribución en el territorio. Algunos se prohibirán desde el 1 de enero de 2025, como las bolsas para empacar periódicos, mezcladores y pitillos para bebidas, soportes plásticos para las bombas de inflar, envases y recipientes para llevar alimentos de consumo inmediato, entre otros. Y luego, desde el 1 de enero de 2026 dejarán de circular otros como las bolsas para transportar paquetes, platos, cuchillos, tenedores, vasos y guantes desechables para comer. Por eso deberá aprender de otras dinámicas.
¿Qué hacer entonces?
Transicionar hacia una economía más justa con el medio ambiente, conocida como la economía circular. “Funciona extendiendo la vida útil y reubicando los desechos desde el final de la cadena de suministro hasta el comienzo”, de acuerdo con la definición de la ONU. Este cambio busca obtener servicios y productos sostenibles e implementar la reutilización y el reciclaje de materiales como el plástico. Darles otra vida.
La economía circular ya la implementan empresas antioqueñas, como un nuevo sello de la Corporación Fenalco Solidaria Colombia, que ha reusado implementos desechables.
“En Antioquia estamos recogiendo overoles grasosos, inservibles, para convertirlos en loncheras. También guantes y botas en chalecos”. Y se puede hacer con casi todo. Los neumáticos, que casi siempre terminan en rellenos sanitarios, se pueden aprovechar para hacer suelas de zapatos.
Lo contrario sucede con la economía linear, un procedimiento tradicional en el que la materia prima se convierte en productos y luego de su uso se eliminan rápidamente, generando residuos que contaminan el ambiente.
“Estamos adquiriendo productos empacados en plástico, que a los cinco minutos ya desechamos en las basuras”, cuenta Kevin De Cuba, líder del Programa de Plásticos Circulares en las Américas de la Unión Europea (CPAP).
El tiempo de uso de estos plásticos (que provienen del petróleo) no es proporcional al de su producción: se invierte tiempo y energía en procesos como la polimerización, los aditivos y el moldeado (forma y acabado del plástico), además del dinero invertido y el costo de su contaminación.
La producción del plástico, además de soportar el daño que le hace al medio ambiente, a largo plazo representa 3.7 billones de dólares en el mundo, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés). Más dinero que todo el PIB de un país como India.
¿Cómo está Colombia?
Un colombiano usa alrededor de seis bolsas plásticas semanales, 288 al año, y 22.176 en un promedio de vida de 77 años. Una persona produce aproximadamente 1,8 toneladas de residuos plásticos al final de esa expectativa de edad, informó Greenpeace Colombia.
¿Qué hacer desde casa?
Kevin de Cuba propone transicionar del uso de plástico de un solo uso a uno circular a través de la educación y la información. Desde la casa se pueden hacer actividades mínimas que logran una diferencia significativa.
“Por ejemplo, si van a comprar jabón para lavarse las manos o implementos para limpiar la cocina, compren botellas grandes para que les rinda y luego las podrían rellenar de nuevo. No hay necesidad de botarlas”.
De Cuba pregunta: ¿es necesario empacar las verduras como se hace actualmente? Existen mercados locales que llevan incluso las frutas hasta la puerta de las casas, frescos y sin empaques plásticos. Prefiera comprar allí.
Menciona que con la pandemia los domicilios aumentaron y la comida viene empacada en plásticos de un solo uso, por lo que recomienda que las personas cocinen más en sus casas o apoyen marcas locales sustentables.
Estas son ideas para empezar. El tránsito debe comenzar ya, y en casa.»
Por: DANIELA R. GÓMEZ ISAZA
Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. El sueño de ser médica lo cumplí haciendo periodismo de salud. También escribo sobre ciencia y de vez en cuando cultura.